domingo, 27 de julio de 2014

Castros del Occidente de Asturias

Castros de Asturias Occidental



Durante los aproximadamente mil años transcurridos entre el final de la Edad del Bronce y la plena implantación romana no se conoce en Asturias otra modalidad de asentamiento que el fortificado. Es por esta razón que, aún abarcando un periodo tan vasto de nuestra Historia, la mayor parte de arqueólogos e historiadores coinciden en denominarlo con el término genérico de Cultura Castreña por ser éste, el del hábitat fortificado, el rasgo más representativo, poderoso y reconocible de los pueblos asentados, entre otros, en el territorio de la actual Asturias.
El castro era, en esencia, un poblado instalado en una posición topográfica dominante al que sus habitantes dotaron además con defensas casi siempre monumentales. Los fosos y murallas que protegían el caserío son la mejor expresión del tipo de sociedad que las concibió. Durante los siglos previos a la conquista romana, periodo que en términos arqueológicos se denomina Edad del Hierro, los habitantes de la región se organizan en comunidades autárquicas que competían entre ellas por los recursos más indispensables: la caza, las tierras cultivables, la madera, los yacimientos minerales, etc.
Gracias a las excavaciones arqueológicas hoy sabemos de su habilidad en el alfar, de su pericia metalúrgica y capacidad artística para la fabricación de joyas. Estas actividades se desarrollaban al abrigo de las murallas, junto a las cabañas de planta circular o de esquinas redondeadas que se distribuían en torno a otras construcciones singulares de uso colectivo como la sauna o las casas de asamblea.

CASTRO DE COAÑA Coaña (Occidente de Asturias)

Las primeras excavaciones arqueológicas de las que se tiene información sobre el castro de Coaña son de 1877

 Castro de Coaña


Coaña es un asentamiento situado en la margen izquierda de la ría de Navia, sobre una colina, rodeado de murallas y con acceso desde el sur. La principal estructura defensiva se sitúa precisamente en el sur y consiste en un potente foso excavado en el sustrato pizarroso y culminado por una muralla. Internamente, el poblado se organiza en varios sectores.

                                                                 Castro de Coaña

Tiene planta romboidal en la que se distinguen claramente los siguientes espacios
La acrópolis. Recinto de planta triangular rodeado por una muralla. Su función principal no era habitacional. El acceso estaba protegido por un torreón de planta cuadrada.


Castro de Coaña

El barrio norte. Bajo la muralla norte de la acrópolis se distribuye el sector habitado, formado por cabañas de planta circular en su mayoría. Alguna de ellas presenta su acceso a través de un vestíbulo o corredor. Los muros son de pizarra y las esquinas redondeadas 

Castro de Coaña

El recinto sacro. Dentro del recinto habitado, cerca de la puerta de la acrópolis hay dos grupos de construcciones asociadas a canalizaciones y a una piscina, recipiente de granito denominado ''bañera'', lo que hace pensar que se tratase de unas termas o saunas rústicas 

 Castro de Coaña

El castro de Coaña data del comienzo del siglo IV a. C., o antes, durante la Edad de Hierro y con posible habitación hasta el siglo I, mucho después de la conquista romana, e incluso después. Fue excavado en 1887 por José María Flórez y tras la Guerrab Civil se realizarían diversas intervenciones llevadas a cabo por  Antonio Garcí Bellido y Juan Uría Ríu, quienes contribuirían notablemente a la elaboración del paradigma  céltico asociado a los pueblos del norte peninsular aunque las evidencias, viviendas circulares en vez de rectangulares o enterramientos sin el uso de urnas de cenizas, hacen que la cultura castreña no tenga una relación directa con los celtas

CASTRO DE MOHÍAS, Coaña (Occidente de Asturias)

Este castro destaca por lo avanzado de sus infraestructuras.



Castro de Mohías


El Castro de Mohías se sitúa aproximadamente a 1 kilómetro de la costa. Ocupa una colina de unos 70 metros de altura, emplazada en la margen derecha del arroyo de Ortiguera. El Castro de Mohías fue descubierto en 1939, pero no fue excavado por primera vez hasta 1968-1970.


Las defensas son de diferentes características según las vertientes. Mientras en las laderas oeste y norte no se aprecia estructura defensiva alguna, por el este y el sur el recinto se protege al menos por tres fosos. En la zona habitacional se aprecia un cierto orden urbanístico.


Las viviendas se disponen a lo largo de calles con un trazado de tendencia ortogonal y son mayoritariamente de planta cuadrangular con las esquinas redondeadas. Algunas de ellas presentan escaleras de acceso que permiten presumir que se articulaban en varias alturas. Estas cimientan sobre una zanja rellenada con diversos materiales filtrantes. Se construyen con hiladas de pizarra y tongadas de arcilla.


Característico de Mohías es el elevado número de estas cabañas en el que fueron hallados hogares claramente delimitados, y las llamadas Piedras con Cazoleta. Estos elementos has sido sellados para asegurar su conservación, por lo que en la actualidad no pueden ser contemplados.


Otro factor que particulariza Mohías respecto a los otros castros conocidos por el momento en el occidente asturiano es la diversidad de obras de infraestructura que pueden apreciarse en sus calles: canales de desagüe, tramos pavimentados o contrafuertes adosados a las esquinas de las casas para protegerlas del tránsito de los carros.


El castro estuvo habitado durante la segunda mitad del siglo I y primera mitad del siglo II. En siglos posteriores pudo ser reocupado.


(Desde Navia, carretera N-634, desvío a Jarrio y Ortiguera, hasta encontrar al derecha indicador al castro de Mohías.)


CASTRO DE SAN ISIDRO San Martín de Oscos (Occidente de Asturias)



Castro de San Isidro

La fundación del castro está relacionada con la explotación de las minas de la zona.
El castro de San Isidro se localiza sobre la línea de cumbres que señala la divisoria administrativa entre los municipios de Pesoz y San Martín de Oscos, a unos 600 metros de altitud. No es ésta la única singularidad que ofrece pues posee un tipo de fortificación excepcional en nuestra región: las piedras hincadas, también denominadas Caballos de Frisia.
La ruinas se extienden sobre una superficie ligeramente inferior a 1 hectárea, de la cual, buena parte está ocupada por las fortificaciones. El visitante podrá observar en su aproximación al cerro la sucesión de fosos que rodean el acceso al recinto. Sobre los parapetos intermedios se disponen las "piedras hincadas", sucesivas líneas de losas de pizarra verticales interpuestas, muy eficaces para dificultar el paso al enemigo. Tras ellos se alza una monumental muralla, de 3 metros de anchura, cuyo trazado permite realizar un recorrido completo al recinto. En las zonas excavadas puede observarse la profundidad original de los fosos y origen de los parapetos, el paseo de ronda interior de la muralla o alguna de las construcciones descubiertas en el interior del recinto.
La fundación del castro parece estar relacionada con el establecimiento de unidades militares y el control de las minas de oro que Roma explotó durante los siglos I y II de la Era


Carretera AS-12. Pista sin acondicionar de unos 7 km.


Acceso a pie desde los pueblos de Lixou (Pesoz) y Bousoño (San Martín de Oscos).

CASTRO DE SAN CHUÍS   Allande (Occidente de Asturias)



Castro de San Chuís

En el entorno hubo una intensa actividad minera.

El castro del Pico San Chuís, en San Martín de Beduledo, concejo de Allande, fue descubierto por José Lombardía Zardaín, vecino de Allande. Las primeras excavaciones se desarrollaron durante 1962 y 1963 bajo la dirección compartida de Elías Domínguez y Francisco Jordá. Se reanudaron en 1979, ya bajo la exclusiva responsabilidad de éste último, sucediéndose en cortas campañas estivales hasta septiembre de 1986.
La secuencia de ocupación del castro de San Chuis se inicia en el siglo VIII d.C., momento en el que construye una primera muralla de paño continuo a la que se superpuso otra de estructura modular durante la segunda Edad del Hierro. Reforzaban su condición defensiva varias líneas de fosos dispuestas sobre su flanco meridional.
La presencia romana se manifiesta desde mediados del siglo I d.C. en un contexto marcado por la intensa actividad minera desarrollada en los abundantes depósitos auríferos del entorno. La ocupación tardía está hoy descartada al fundamentarse en una errónea identificación de cerámicas que, en realidad, son producciones regionales de época altoimperial
Declarado Bien de Interés Cultural del Principado de Asturias.

CASTRO DEL CASTELÓN Illano (Occidente de Asturias)



Castro del Castelón

Con el declive de la actividad minera el castro fue abandonado.
El Castelón de Illano forma parte de la densa red de poblados que durante época altoimperial sirvió de modelo organizativo para la distribución de la población y la más óptima explotación de los recursos auríferos de la comarca.
El Castro de Illano presenta los rasgos más característicos de este tipo de asentamientos: aterrazamientos, foso y muralla.
Con el declive de la actividad minera, los castros conocerán un declive que finalizará con su total abandono, sólo interrumpido por reocupaciones ocasionales
Las casas de este poblado prerromano están escalonadas y son semicirculares. En la meseta superior existen restos de tres casas. Alrededor de las casas hay algunas piedras circulares.
La zona N.E. se escalona en dos aterrazamientos, el superior coincide con la cumbre y en él se aprecian restos de tres viviendas en pizarra unida con barro, yuxtapuestas y con una incurvación en altura que se asemeja a la de las viviendas de Coaña y que hizo pensar en una techumbre abovedada.
La terraza inferior es de interpretación más difícil apreciándose un muro en arco que converge hacia la supuesta puerta.
Estado de conservación aceptable. Hay construcciones modernas de pizarra en el recinto.


CASTRO DE PENDÍA Boal (Occidente de Asturias)



Castro de Pebdía

El castro de Pendía está conformado por la acrópolis y el poblado, separados por una muralla.
Este castro es uno de los más importantes de Asturias, cuyos restos se encuentran junto a los meandros del río Pendía.
Es una buena muestra de emplazamiento fortificado en el que prima la posición estratégica sobre cualquier otro criterio, ya que parece desproporcionada la fortificación frente al recinto que protegía. El poblado estaba formado por dos espacios distintos: la acrópolis y el poblado, separados por una muralla que remata en torre en el punto más alto del recinto y desde donde se vigila todo el conjunto.



Castro de Pendía

En el más bajo existió una edificación alargada, única, mientras que en el otro se observan las clásicas construcciones circulares a las que se suman otras dos, rectangulares y cerradas, al menos una, por el sistema de falsa cúpula.
Las recientes investigaciones arqueológicas parecen ponerlos en relación con el interés mostrado por los romanos en la explotación de los yacimientos auríferos del occidente asturiano.
Se accede desde Boal, tomar la carretera AS-12 a Coaña y desviarse hacia Pendia. Un camino vecinal conduce al castro.
Para visitas guiadas ver horario de la Oficina de Turismo de Boal.
Declarado Bien de Interés Cultural del Principado de Asturias.

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