Parque Natural de Somiedo uno de los últimos reductos donde la naturaleza es pura
El Parque Natural de Somiedo puede considerarse uno de los espacios protegidos que mejor representa los valores naturales y etnográficos de la montaña asturiana. Con un a extensión aproximada de 291 km2. Los límites del Parque coinciden con los del concejo. Situado en el sector centro occidental de la montaña asturiana, limita al Norte con el concejo de Belmonte de Miranda, al Sur con la provincia de León, al Este, con el concejo de Teverga y al Oeste, con los concejos de Cangas del Narcea y Tineo.
El Parque Natural de Somiedo se extiende por cinco valles: Saliencia, Valle del Lago, Puerto y Pola de Somiedo, Perlunes y Pigüeña, y sus cinco ríos con los que comparten nombre, abarcando una extensión de 283 kilómetros cuadrados.
El hombre ha sabido comprender a la naturaleza del Parque y ésta le ha devuelto sus cuidados manteniéndose apenas sin modificar a lo largo de los siglos, siendo, aún hoy, un ejemplo de convivencia y completa integración.
De su paisaje, destaca la belleza de los lagos, situados al sur del concejo de Somiedo, en lo alto de las Cordilleras que separan Somiedo de León: los tres pequeños lagos de Saliencia; el Lago del Valle, con su islote característico, y que es el mayor lago de Asturias, con un promedio de radio de 280 metros y un calado medio de 10 metros, aunque en algunas zonas alcance los 50; y las escondidas Lagunas de El Páramo, entre los valles de los ríos Somiedo y Pigüeña.
Es uno de los paisajes más accidentados de Asturias, por sus desniveles desde los 400 a los 2.200 metros. En el conjunto destacan valiosas características geológicas, por su gran variedad de materiales: calizos, silíceos, areniscos..., que provocan espectaculares formas kársticas. Valles espolvoreados de minerales como el hierro, depósitos de arsénico, mercurio, plomo, mármol y granito. Un espacio de contrastes entre cumbres y depresiones, que muestran la huella de los movimientos tectónicos sufridos en sus numerosos cabalgamientos, fallas y pliegues.
A lo largo de toda su extensión, se encuentran brañas con fértiles pastizales donde se pueden contemplar, no sin dificultad, las famosas "cabanas" de teito de escoba: cabañas de piedra y techumbre de escobas y piornos, utilizadas por los vaqueiros de alzada y los ganaderos de las montañas como refugio. Actualmente existen más de 500 cabañas distribuidas por todo el parque. En sus alrededores se desarrolla, aún hoy, el trasiego de reses en busca de los mejores pastos.
Las temperaturas medias anuales de la zona se sitúan en torno a los 9°C en los fondos de los valles, mientras que en cotas superiores, este parámetro desciende aproximadamente a razón de 0'5°C por cada 100 metros. Las nevadas son frecuentes en los meses invernales por encima de los 1.200 metros; los meses más fríos son enero y febrero, y los más cálidos, julio, agosto y septiembre, y es considerable la diferencia de temperatura entre ambos periodos, rasgo típico del clima continental.
Fue declarado Parque Natural en 1988, siendo el primero de los espacios del Principado en recibir este reconocimiento. Con esta decisión se pretendía conseguir entre otros objetivos, la conservación de sus ecosistemas, hábtitats y especies; mejorar la vida de sus habitantes, y mantener el patrimonio etnográfico y la actividad agropecuaria compatible con su conservación.
El paso de los años ha demostrado que estos objetivos se han conseguido.
Flora
Una buena parte de la zona se encuentra cubierta por diferentes tipos de bosques, montes, brañas, pastos en la ladera baja y terrenos de siembra en perfecta armonía con el entorno. La principal zona boscosa se halla en el valle de Saliencia, en la ladera del Coto y en el valle del Pigüeña. Básicamente, se trata de bosques caducifolios, salvo algunos enclaves con encinares de las zonas bajas.
Las formaciones forestales que ocupan mayor extensión son los hayedos, seguidos por robledales, encinares y abedulares.
También se localizan aquí diferentes tipos de vegetación azonal y turberas de gran interés. Una característica de estos bosques es la considerable densidad de arbustos, lo que indica una mínima degradación del entorno.
Es asimismo, lugar de abundante y exquisita flora, representada por la gayuba,
Arctostaphylos uva-ursi, Gayuba
Gamón
los matalobos azules y amarillos
Matalobos Azul
Matalobos Amarillo
Hierba del Viento
Es destacable la flor típica de Somiedo, Centaurium Somedanum.
Centaurium Somedanum
La calidad de las aguas de los ríos da paso a la formación de sorprendentes bosques riparios, dotados de un ecosistema privilegiado entre el bosque acuático y el terrestre.
El Parque Natural de Somiedo es uno de los últimos reductos donde la naturaleza es pura. Sus paisajes, su fauna y flora, su gastronomía, y sus gentes hacen de este rincón un lugar privilegiado.
Parque natural de Somiedo
Sus altas cumbres, sus lagos, sus bosques que se pierden de vista, son refugio de multitud de especies animales como urogallos, ciervos, lobos y osos.
Fauna
El Parque acoge a más de 100 especies de aves: el mirlo común, la lavandera cascareña, el martín pescador.
Mirlo Común
lavandera cascareña
Martín pescador común (Alcedo atthis)
algunas viven a las orillas de los ríos, salpicados por el ruido de las truchas, muy abundantes en esta zona; y en las cumbres y zonas altas de Somiedo, destaca la presencia del urogallo y el águila real.
Urogallo
Aguila Real
Todos los grandes mamíferos de la Cordillera tienen cabida en Somiedo, siendo especialmente relevante la presencia del oso pardo. Depredadores como el lobo y el zorro, y otros carnívoros como la nutria, el tejón o el gato montés se reparten el territorio, hasta las zonas más bajas de los ríos, con urogallos y cerca de 20 especies de anfibios y reptiles entre los que destacan la salamandra rabilarga, el tritón ibérico y la víbora de Seoane.
Lobo especie genética Asturias
zorro-raposo
Nutria
Tejón o melandro Gato Montés
Salamandra rabilarga
Tritón de Bosca, Tritón ibérico
víbora de Seoane